Apareció el señor de los Nazgûl, cabalgando. Apareció como una enorme forma negra sobre las llamas, una ominosa señal de desesperanza. Cabalgó el señor de los Nazgûl por debajo del umbral que ningún enemigo había atravesado aún, mientras todos huían a su paso. Todos excepto uno; esperando en silencio, sereno, en el espacio antes de la puerta, montaba Gandalf sobre Mantogrís, aguantando el horror, inmóvil, impávido, cual si fuera una estatua tallada en Rath Dínen, único entre los corceles que aún trotaban libres sobre la tierra.
- ¡No puedes pasar! - dijo Gandalf, y la sombra negra se detuvo - ¡Regresa al abismo que te espera! ¡Retrocede! Húndete en el vacío reservado a ti y a tu amo. ¡Fuera!
El jinete negro hizo su capucha atrás, y ¡he aquí, que tenía una corona señorial! Pero ninguna cabeza la sostenía. Un fuego escarlata resplandecía entre los amplios y oscuros hombros cubiertos por la capa, y la corona. Una lúgubre carcajada surgió de una boca invisible:
- ¡Viejo estúpido! - dijo - ¡Viejo estúpido! Esta es mi victoria. ¿Acaso no reconoces a la Muerte cuando la miras? ¡Muere, y maldice en vano!
Y así, alzó por todo lo alto su espada, y la hoja llameaba. Gandalf no retrocedió. Pero en ese preciso momento, lejos, en algún jardín de la Ciudad, un gallo cantó. Era un canto límpido, que no respondía ni a la magia ni a la guerra, sino que recibía al amanecer en el cielo amplio, que se anunciaba sobre las penumbras de la muerte. Y, como si le respondiera, otro sonido se escuchó a lo lejos. Cuernos. Cuernos. Cuernos. En las laderas del sombrío Mindolluin resonaron sus ecos: el soplido de indómitos cuernos del Norte. Al fin habían llegado los de Rohan.
... traducción libre de Aira Castañeda, de la inmortal épica (¿qué épica no lo es, "mientras la luna siga brillando"?) de J.R.R. Tolkien, El señor de los anillos
Este es el fragmento original:
In rode the Lord of the Nazgûl. A great black shape against the fires beyond he loomed up, grown to a vast menace of despair. In rode the Lord of the Nazgûl, under the archway that no enemy ever yet passed, and all fled before his face. All save one. There waiting, silent and still in the space before the Gate, sat Gandalf upon Shadowfax: Shadowfax who alone among the free horses of the earth endured the terror, unmoving, steadfast as a graven image in Rath Dínen. “You cannot enter here,” said Gandalf, and the huge shadow halted. “Go back to the abyss prepared for you! Go back! Fall into the nothingness that awaits you and your Master. Go!” The black rider flung back his hood, and behold! he had a kingly crown; and yet upon no head visible was it set. The red fires shone between it and the mantled shoulders vast and dark. From a mouth unseen there came a deadly laughter. “Old fool!” he said. “Old fool! This is my hour. Do you not know Death when you see it? Die now and curse in vain!” And with that he lifted high his sword and flames ran down the blade. Gandalf did not move. And in that very moment, away behind in some courtyard of the City, a cock crowed. Shrill and clear he crowed, recking nothing of wizardry or war, welcoming only the morning that in the sky far above the shadows of death was coming with the dawn. And as if in answer there came from far away another note. Horns, horns, horns. In dark Mindolluin’s sides they dimly echoed. Great horns of the North wildly blowing. Rohan had come at last.
1 comment:
Me encantó tu traducción, y me dejó fascinado, literalmente hablando.
En ambos textos percibo el ritmo, las pausas, los paréntesis necesarios para dotar de ese sabor 'anecdótico' a la narración, con todo y su épica encima.
Y vaya que el nivel con que está comenzando este proyecto es alto...! Ya veremos qué sorpresas nos tiene Simi... y Luda, que presiento adolecen aún de sendos problemas con sus cuentas del blogger.
Salud, Aira, y qué dicha leerte en este espacio.
Greg.
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