III.A nueva disgresión nos invita el recuerdo de las traducciones interlineales, donde hay que aceptar valientemente las inversiones sintácticas que resulten. Después de todo, decía Paul Valéry a André Fontainas, el hipérbaton es ''el último guiñapo de las imperiales libertades de Virgilio'':Des cocotiers absents les fantômes épars...C'est de Motmorency Madame la Duchesse...Estas que me dictó rimas sonoras...en una de fregar...